Este palacio musulmán, construido por el rey almohade Al-Muntasir, se encuentra ubicado en el margen izquierdo del río Genil, muy cercano a la ermita de san Sebastián. Su edificación data de 1218, aunque posteriormente sería remodelado por Yusuf I de la dinastía nazarí, a mediados del siglo XV. El alcázar fue una almunia, donde se realizaban grandes recepciones a la vez que se empleaba para el disfrute de la familia real, así lo utilizó la princesa Aixa, madre de Boabdil, y el infante don Felipe, invitado del rey Al-hamar.
Tras la conquista de Granada, Aixa se lo vendió a los Reyes Católicos, para posteriormente pasar a ser propiedad de los duques de Gor que lo vendieron a mediados del siglo pasado al Estado. Actualmente, el Alcázar del Genil, es propiedad de la Junta de Andalucía, y en él se encuentra ubicada desde el 2006 la Fundación Francisco Ayala.
De su construcción original se conserva el pabellón central, habiéndosele incorporado durante el siglo XIX las construcciones laterales y el pórtico, bajo la supervisión del arquitecto Rafael Contreras. También cuenta con un entorno de patios y jardines que recuerda a los palacios persas, apreciándose naranjos, laureles, caquis, castaños, setos de arrayán y hierbas aromáticas.
El edificio original está cimentado sobre planta cuadrangular, disponiendo de dos pequeñas alcobas (alhamías) situadas a ambos lados, a las que se accede por sendos arcos gemelos.
Para acceder al interior de la planta principal, se hará a través de un arco de herradura apuntado que nos introducirá en una sala ricamente adornada con elementos geométricos, atauriques y lacería. Sobre las puertas y en todo su contorno aparecen inscripciones en caracteres cúficos y cursivos de alabanzas a Alá y al rey que mandó su construcción.
Encima de las leyendas se aprecian un conjunto de dibujos geométricos y policromados, que envuelven cinco ventanas cubiertas de celosía que facilitan la luz al interior del edificio. El techo es de madera labrada y policromada, y en su centro se ve una piña de mocárabes, que principia otras tantas hasta llegar a las ventanas. La solería es de mármol, aunque en el pasado lo fuera de ladrillo y cerámica vidriada (almoferras).
En el centro del conjunto se aprecia una fuente, que suministraba sus aguas a la gran alberca exterior, lugar de diversión y de espectáculos navales a escala, cantados por el poeta Ibn Zamrak.
No hay comentarios:
Publicar un comentario